RECOGIMIENTO ESPIRITUAL

Para poder realizar un recogimiento espiritual,no importa la creencia religiosa que tengamos,simplemente tenemos que recordar,que es la vida, la pasión, la muerte y resurrección de Jesucristo..
La Semana Santa podemos hacer  una invitación a vivir una experiencia interior de profunda reflexión y recogimiento espiritual,siempre respetando la creencia religiosa,de cada persona, se puede ir a la asistencia a espacios religiosos ( Iglesias, templos...), los retiros espirituales, los ayunos, cada persona como crea más aconsejable...
Pero lo más importante es la paz interior solo se logra en esta introspección observándonos en cada momento, con la meditación, concentración estando  aqui  y ahora , con esto que comento intentaremos,traer de los recuerdos las cosas o personas que nos hicieron daño, nos hicieron sentirnos feliz, odio, ira.... (incluyéndonos a nosotros mismos) intentaremos reflexionar y meditar las situaciones , perdonando y perdonándonos, pedir perdón es una de las cosas más  hermosas que tenemos, es una época para liberarnos de aquello que nos encadena a la vida que llevamos,de los   problemas y sobre todo tenemos que buscar esa paz interior y que todos deseamos.
Podemos Meditar, poner atención a nuestros pensamientos, lograr que nuestra alma se sienta en paz y con felicidad, haciendo de ello un recogimiento espiritual.
Aprovecha estos días para dedicarle un tiempo  a estas reflexiones,realizando prácticas de meditación concentración a estar conciente y darnos cuenta de lo que hacemos, despierta en ti esa luz de amor y de bondad, la luz  que alumbra el camino, procura la paz para tus seres queridos y de las personas que quieres.
Intentemos hacer un poco de recogimiento espiritual, ya que son dias propicios para ello.


 Una oración para meditar:   PADRE NUESTRO


Padre Nuestro que estás en el cielo,
santificado sea tu nombre;
venga a nosotros tu reino;
hágase tu voluntad en la tierra como en el cielo.
Danos hoy nuestro pan de cada día;
perdona nuestras ofensas,
como también perdonamos a los que nos ofenden;
no nos dejes caer en la tentación y líbranos del mal.

Amén