lunes, 27 de mayo de 2013

LOS CINCO ELEMENTOS EN EL HOMBRE

En el viaje de la vida a menudo nos sentimos como viajeros sin guía ni recursos para movernos por ella con la tranquilidad y seguridad que desearíamos. Este modelo es un sistema sencillo que funciona como un mapa en el que puedes ubicarte y ubicar al resto de personas y elementos que afectan tu vida, y verlo todo como el tablero de un juego de estrategias.

La base del mapa sigue la filosofía taoísta del Yin-Yang, y de las Cinco Fases (madera, fuego, tierra, metal y agua), también conocida como de los Cinco Elementos o los Cinco Movimientos. Las reglas del juego siguen simplemente las combinaciones que se dan entre Yin-Yang y entre las Cinco Fases. El sistema es sencillo, creativo, y adecuado a la manera de ser de cada persona y cada situación.


Esta teoría que surgió independientemente de la medicina, al igual que  la teoría de yin yang, pronto fue incorporada al estudio de la salud y la enfermedad. Así los órganos y vísceras, y los canales y colaterales  fueron clasificados también de acuerdo a las cualidades y principios  de los cinco elementos.

Su aplicación se extendió sobre todas las ramas del conocimiento.  Así, existen cinco sabores, cinco colores, cinco puntos cardinales, cinco estaciones, cinco sonidos, cinco colores, cinco estrellas, cinco dignidades, cinco cereales, cinco tipos de carne, etc.

Aún más, dada la universalidad de los conceptos de la Medicina Tradicional China y, por consiguiente, la estrecha relación que existe entre el ser humano y la naturaleza, la teoría de los cinco elementos se aplicó a la medicina china a través de las teorías de los órganos y vísceras (cinco órganos, cinco vísceras).

A manera de ejemplo, el elemento madera se asocia con el hígado y la vesícula biliar, el color verde, la primavera, el oriente, el sonido, el sabor amargo, el planeta Marte,  etc.

En la Medicina Tradicional China, para la comprensión de la etiología (el origen de las enfermedades), de la fisiopatología (la evolución de las mismas), del diagnóstico, del tratamiento y del pronóstico, es imprescindible la comprensión y el dominio de la teoría de los cinco elementos.
Los 5 sentimientos

Con este término se designan en medicina tradicional China las 5 causas sicoafectivas mentales: alegría, cólera, tristeza, reflexión y miedo.
En condiciones normales, estos estados emocionales son moderados y no constituyen factores patógenos ni influyen en la salud, pero cuando se salen de sus límites o afectan en desmesura al individuo, constituyen una agresión contra el organismo humano.
Un choque emocional brusco, violento o prolongado perturba lo que en medicina tradicional china se conoce como “Qi Ji” y provoca una desarmonía entre la energía y la sangre, el Yin y el Yang, y los Zang Fu (órganos y viseras), por lo que se puede generar una enfermedad.
Las actividades sico-mentales del organismo están estrechamente relacionadas con las funciones de órganos y viceras. A su vez, las funciones de órganos y entrañas dependen de la energía y de la sangre. El Su Wen (texto clásico de la medicina china) dice: “ El ente humano posee cinco órganos que transforman cinco energías produciendo así: alegría, cólera, tristeza, reflexión y miedo”.
Según el Su Wen los 5 sentimientos responden a los 5 órganos de la siguiente forma:  
La alegría pertenece al Corazón
La cólera pertenece al Hígado
La reflexíon pertenece al Bazo
La tristeza pertenece al Pulmón
El miedo pertenece al Riñon.

Las modificaciones sico-mentales pueden influir sobre las funciones de los órganos y vísceras:
La alegría puede lesionar el Corazón
La cólera puede lesionar el Hígado
La tristeza puede lesionar el Pulmón
El miedo puede lesionar el Riñon
La reflexión  puede lesionar el Bazo

lunes, 13 de mayo de 2013

DESPUÉS DE UN TIEMPO


















Después de un tiempo aprendes la diferencia entre sostener una mano y encadenar un alma.
Y aprendes que amar no significa apoyarse y que la compañía no significa seguridad.
Y comienzas a aprender que los besos no son contratos y los regalos no son promesas.
Y comienzas a aceptar tus derrotas con la cabeza en alto y los ojos abiertos, con la gracia de un adulto y no con la aflicción de un niño.
Y aprendes a construir todos tus caminos en el hoy, el suelo del mañana es demasiado incierto para hacer planes.
Después de un tiempo aprendes que hasta la luz del sol quema si te expones demasiado.
Entonces, cultiva tu propio jardín y embellece tu propio espíritu, en vez de esperar que alguien te traiga flores.
Y aprendes que en verdad puedes persistir.
Que en verdad eres fuerte.
Y que en verdad eres digno.